Procesión del Viernes Santo.
Esta marcha penitencial puso el remate a un intenso día de celebración en torno a la Cruz.
El día lo comenzamos con un momento de oración íntimo en torno al rezo de Laudes. Al mediodía la tuvimos en el interior de la iglesia el ejercicio del Via Crucis.
Las celebraciones de la tarde tuvieron su punto álgido con la participación en los Santos Oficios que conmemoran la Pasión y Muerte de N. S. Jesucristo.
A partir de las 10 de la noche tuvo lugar la procesión que, como queda dicho, puso broche a un intenso día de oración y participación.
Las imágenes que procesionan el Viernes Santo son la talla de Cristo Crucificado, obra realizado por el escultor Tomás Martínez Herrero en el año 1797 y que tradicionalmente se venía llamando Cristo del Miserere, y la imagen de la Soledad. Esta advocación de María ya procesionaba por las calles de nuestro pueblo desde principios del siglo XV, y ha sido, durante siglos, objetos de las mayores muestras de devoción por parte de nuestros antepasados y hasta nuestros días.
La procesión de este año ha tenido un momento emotivo cuando las imágenes han hecho una parada ante la ermita del Santo Cristo de la Espiración que estaba abierta e iluminada para la ocasión.
Intentamos con este acto recuperar el sentido que durante siglos ha tenido el que las procesiones penitenciales de Semana Santa llegasen hasta la ermita del Humilladero y allí de rezase «… la estación de penitencia, Credo, Salve, trisagio, y un responso por las ánimas. Se vuelve hasta la Iglesia cantando el Miserere». (relato de D. Francisco Sanz de Frutos, año 1879).
PARA VER LAS IMÁGENES DE ESTE VIERNES SANTO PINCHA EN EL SIGUIENTE ENLACE:
Cofradía del Santo Cristo y la Virgen 